El encargo pedía el diseño de un showroom y oficinas para una empresa de mobiliario; la propuesta propone un espacio de trabajo colaborativo en el que los clientes experimenten las nuevas formas de trabajo. El encargo pide encontrar el lugar en el que todo esto puede suceder, la casa que se encuentra es una pieza de muy buena arquitectura, esto hace que la intervención no sea de tabula rasa; se define que lo nuevo y lo existentes se verán como tal, sin intentos de camuflaje.

El cambio de casa de habitación a espacio de trabajo implica cambios en las cargas térmicas que la construcción debe manejar. Lo nuevo y lo existente se articulan mediante jardines que permiten ventilaciones cruzadas y protección solar. A la casa se le adicionan elementos de fachada que controlan la radiación directa. Toda la casa adquiere una nueva fachada que evidencia el cambio pero mantiene la silueta de la casa existente. La adición se diseña en una estructura metálica que se diferencia de los muros portantes de lo existente en su apariencia y esbeltez.  El proyecto se construyó para certificarse Leed pero en el camino se decidió no certificar. Los materiales y procedimientos cumplen estándares Leed, la madera existente se reutilizó, ej. El volumen de acceso está construido con la madera de piso del salón principal.