Una familia joven busca establecer su residencia en Envigado, municipio que colinda con Medellín; ubicada en un ecosistema bosque de niebla, en medio de una antigua explotación forestal de pino y por encontrarse en la cima de un pequeño valle a 2500 msnm del sistema de montañas de la cordillera central, la casa se emplaza en un clima frío con corrientes de viento constantes lo que generó una localización que favoreciera el asoleamiento para calentarla de forma natural.
El lugar proporciona amplias visuales sobre paisajes diversos a su alrededor, por lo cual la casa se articula por medio de patios que permiten la entrada de la naturaleza hacia esta, permitiendo que cada espacio encuentre una dirección marcada hacia el paisaje.
La planta baja alberga los dormitorios y planta superior acoge el acceso y los espacios de estar. Ambas plantas se sobreponen de forma desplazada, por medio de la escalera y un vacío se genera conexión entre cada planta para adaptarse a la alta pendiente y a una geometría bastante angosta del lote, en los dos niveles siguiendo las curvas de nivel.
La casa se construye en un ladrillo oscuro un material común en la zona, con cubiertas a dos aguas oscuras para retener más calor, mientras que en su interior los materiales son lisos, maderas y más blancos, y tienen las amplias aberturas que ocupan las fachadas de cada uno de los volúmenes permitiendo incorporar la presencia del bosque de forma intima en relación a la casa.