Se recibió la propuesta de diseñar un espacio para albergar a 900 personas para almorzar durante dos días en la versión 69 de la asamblea nacional de la ANDI que se realizo en Pereira, Risaralda. La magnitud del evento dio la necesidad de ocupar la plazoleta central del centro de convenciones para ubicar una carpa para el almuerzo durante los dos días del evento. El objetivo principal de diseño fue plantear un espacio que supliera las necesidades básicas ; cubrir del sol, el agua y generar un espacio confortable en su interior. Con el fin de proponer algo distinto a una carpa cerrada en donde el consumo de energía es muy alto por el aire acondicionado que requiere, se plantea la idea de unos módulos agrupados estratégicamente para permitir el libre paso del viento. Por su diseño modular, este permite también la posibilidad de crecimiento de área para albergar un mayor numero de personas. La arquitectura efímera propuesta se basa en la generación de un espacio confortable que supla las necesidades básicas de proteger del sol y la lluvia, generando una composición espacial que evoque el paisaje del eje cafetero.

Como estrategia de construcción y flexibilidad, se propone un diseño en módulos que funcionen en singular y en agrupación. Una variable importante en el diseño de este espacio es el clima, aprovechando la temperatura cálida de la ciudad de Pereira, se propone un espacio abierto, en donde el viento pueda circular libremente bajo las cubiertas, proporcionando un microclima confortable para los asistentes al evento sin la necesidad de aire acondicionado.

Teniendo en cuenta que es un evento, los materiales propuestos junto con el diseño, deben tener un re-uso con la posibilidad de seguir el ciclo de transformación. Partiendo de la idea de tener un diseño propio y representativo de la región se escogió la guadua como material de construcción, la idea conceptual se basa en los guaduales, muy representativos del paisaje en el eje cafetero. Surge la idea de realizar una composición entre los módulos en donde la geometría de la estructura evoca la flexibilidad y esbeltez del guadual. Con el fin de darle otra apariencia estética y experimentar con sensaciones espaciales frente al color, se pinto la guadua de blanco resaltando la sobriedad del evento y generando una sensación de frescura en el espacio. Se propone ambientar con pequeñas plantas de café la gran plazoleta alrededor de los módulos para generar la sensación de estar en medio de un cafetal y obtener mayor confort en el espacio.